
Supongo que todos los padres hemos pasado por esto. Pero que un canijo que antes de ayer no sabía hablar se suba esta mañana a la cama mientras remoloneas medio dormido oyendo el despertador por 2 vez, y que se te agarre fuerte al cuello pegando los labios a tu cara durante un eterno momento y te diga “Papa, te quiero mucho” no tiene comparación con nada. Ni siquiera con clasificarse para Hawaii ;-)
Alguna vez pensé que no estaba muy preparado para ser padre… Ya no me acuerdo de cuando pensé tan magna tontería…
3 comentarios:
Creo que todos lo pensamos...
qué bonito!!!
disfruta del pequeño que son una pasada!
joder el mio tambien es una pasada sobre todo cuando me dice ¿ papa te vas al mar o correr? jajaja como captan (gracias a su santa madre)
Publicar un comentario