25 de septiembre de 2010

Nos vamos de aventura

Correr un IM es una aventura. Un pequeño atrevimiento. Una osadía en según que circunstancias (casi siempre). Como me decía ayer el Fisio (también triatleta) siempre pasas por unos kilómetros en la maratón en los que te preguntas, entre otras muchas cosas, ¿Pero que coño hago yo aquí? ¿Tiene sentido arrastrarme a 6’ el km por este asfalto que se me pega a los pies y este calorazo (o lluvia, o lo que quiera que en ese momento te esté dando por saco, que pueden ser un "güevo" de cosas)? Con estos calambres que se me suben hasta las orejas… Kilómetros en lo que no sabes si ponerte a andar, tumbarte en la cuneta, o tirarte al mar o al río que pasa al lado de la carretera, o a la fuente municipal que tiene una pinta fantástica… O abrazarte a una voluntaria (únicamente para que te sustente de pie) y rogarle por una cerveza bien fría… Pero la cosa es que cuando terminas (si no has caído en alguna de las tentaciones anteriores), y pasan unos minutos, pocos minutos, ya estás pensando en el IM del año que viene…

Y después de unos cuantos meses te encuentras en las mismas circunstancias, arrastrándote por esos mismos kms malditos, normalmente del 25 al 35 de la maratón, y vuelves a preguntarte lo mismo… Exactamente lo mismo. Seguro que nos lo volvemos a preguntar el próximo domingo 3 de octubre en Barcelona.


Año complicado de salud, bastante. Con cero competiciones, miento, 2 duatlones sprints allá por principio de año, uno el de Rivas, en el que a punto estuve de retirarme porque no podía con mi alma, y el de por Equipos en Segovia. Cero triatlones… Pero aún así para el Challenge de Barcelona que nos vamos, ahora que la CU está bastante controlada. Un poco a modo de “prueba”, a ver si ahora que está bastante bien aguanta el esfuerzo. Y si no aguanta habrá que replantearse esto de la larga distancia.
En la maratón además de los geles en los bolsillos no faltarán los kleenex (y habrá que memorizar donde están situados todos los “boxes” para los cambios de neumáticos). De tendinitis y dolores varios no hablamos, esas las llevaremos como podamos.

De entrenamiento tampoco es que vayamos tan mal, se ha entrenado lo que se ha podido (como siempre, aunque con menos ganas y posibilidades): Diario de entrenamientos 2009-10.
Aún así nos vamos con unas 11 horas a la semana. Con muy poca natación, sobre 1:20 horas a la semana (total da igual, 5 minutos arriba abajo es lo que cambia la cosa) unas 7 horas de bici (con medias mucho más bajas que otros años, y prácticamente sin calentones) y unas 2:45 horas de carrera a pie (muy “discontinua” ;-).
Aún así tendría que ser suficiente para terminar si lo anterior aguanta. Ya lo contaremos…