(*)
Mucho tiempo sin escribir. Mucho. Este año ha sido un año complicado, “sanitariamente” hablando, y posiblemente ésta es la razón de prodigarme tan poco por estos lares.
Estos días tendría que estar recuperándome del IM de Frankfurt celebrado el pasado domingo, saboreando las sensaciones de la carrera, las buenas y las malas, lamentando que se me hubiera caído un bote de sales en aquel bache, o haber apretado demasiado en la bici y haberlo pagado con calambres en la maratón desde el Km. 1, planteándome que tampoco merece la pena entrenar más la natación porque nade lo que nade da igual, y al final salgo todos los años en 1:10… pero muy satisfecho por superar las dificultades surgidas y ser finisher otra vez... Tendría que estar viajando por Alemania, disfrutando de las ya típicas vacaciones post-Ironman… Pero no. Este año me he quedado en tierra, con mucho dolor en el orgullo.
Decía que ha sido un año sanitariamente complicado, bastante complicado, incluso más que el año anterior, donde se juntaron la Colitis y la Trombosis Venosa.
Saber que eres un enfermo crónico desgasta, no por ser conocedor de este extremo, que también, sino porque cada día "er´mardito bicho" se encarga de recordártelo…
Posiblemente una de las razones para hacer deporte es sentirnos “jóvenes”, rápidos y fuertes, o al menos más que la media de los mortales, porque los dioses de este Olimpo particular son los Llanos, los Noya… y éstos nacen tocados por el don del Dios de todos los dioses.
Sentir que aunque los años van pasando tú mantienes la misma ilusión por conservar tu cuerpo tan joven, fuerte y rápido como te es posible, a la vez que tu mente se contagia de este efecto espectacular. Entre otras razones creo que hago deporte por esto, aunque bajando a razones mucho más simples, si se puede utilizar la palabra razones “prácticas” en estos temas, quizás es esta otra la más importante: La de disfrutar de una carrera ligera por el monte, mientras tu respiración sincronizada perfectamente acompaña las imágenes de la naturaleza que van pasando ante tus ojos, y te sumerges en tu mundo interior, mundo interior que a veces no es más que una refrescante piscina imaginaria llena de tranquilidad…. Como digo quizás principalmente ésta es la razón por la que día tras día te calzas unas zapatillas o te vistes de torero para salir con la bici...
Pero lo que decía antes, el deporte nos mantiene en esa cresta de la ola de nuestro surf particular, y cuando algo se empeña en hacerte caer nada más te pones de pie en la tabla, o incluso no te deja ni siquiera coger una sola ola… Eso desgasta, y principalmente porque sabes que ese jodido algo va a estar ahí por siempre…
Y así hemos pasado el año, con tropecientos tratamientos y probatinas, con tropecientos efectos secundarios, algunos de los cuales han sido peor que la propia CI… Es lo que tiene la medicina del hombre blanco, que es capaz de realizar con éxito un transplante de corazón pero no es capaz de conocer la causa de una triste enfermedad autoinmune y por supuesto tampoco curarla, como mucho paliar sus síntomas…
Y entonces esta chapa?... Digamos que la ilusión se ha vuelto a asomar a mis piernas… Aiba la hostia, pues!, que rimbombante ha quedado eso ;-) Y es que después de los tropecientos tratamientos parece que hemos dado (han dado, que yo en esto solo pongo el cuerpo para la Ciencia…) con algo que empieza a funcionar. No sé si por aquí pasará algún afectado de Colitis Ulcerosa (al igual que yo lo he hecho por otros foros y blogs buscando información/respuestas/etc de este tema) pero doy el nombre “técnico” de la pócima: Infliximab. Aún es muy pronto ya que únicamente llevo unos 10 días en los que noto cambios apreciables pero estos 10 días han sido suficientes para lanzarme al optimismo, ya veremos si es un espejismo…
Como toda medicación tiene (puede tener) efectos secundarios importantes, ya que es un medicamento muy potente.
Y en ese optimismo desmesurado ya volvemos a hacer planes y cábalas, y me he dicho que si soy capaz de entrenar en verano, y el cuerpo, la salud y las fuerzas nos respetan, nos vamos a hacer en octubre el Challange de Barcelona… Y en eso estamos. Saliendo con la bici a las 4 de la tarde con más de 40ºC, con la ilusión de tener algún objetivo, o al menos de poder sumergirme en esa piscina de tranquilidad que comentaba antes…
Y entre todo esto me digo que sigo pensando que en el grupo de edad 70-75 volveré a tener mis posibilidades… Seguro.
(*) Ésta imagen es la primera que veo nada mas pasar la carretera que me separa del monte Valdelatas en mi camino de mi "Padre Nuestro" particular.