28 de noviembre de 2013

No nos llevamos bien

No nos llevamos bien. Es así, no nos entendemos, y mira que yo lo intento. Ya son 5 años de relación, aunque en realidad sólo hemos salido en 5 ocasiones, una vez por cada año, pero por mi parte confieso que he pensado todo el año en él, hasta el mismo día que nos hemos encontrado en nuestras citas. Pero el caso es que no funciona, cuando ese día salimos, la cita acaba mal, por una u otra razón, pero acaba mal. A veces pienso que tengo yo la culpa de que lo nuestro no funcione, pero es que él tampoco hace mucho por ayudar a que esto tire para adelante.

Y la verdad es que en la primera de las citas, allá por el 2007, todo parecía prometedor, y aunque los nervios y lo miedos de la “primera vez” me mantuvieron con todas las precauciones posibles, la cita fue bien, ilusionante como digo, cierto es que cuando después de pasar el día juntos, ya de regreso solo para casa, tenía esa sensación de que no me había dejado llevar, de que tenía que haberme lanzado sin freno a por él, pero por miedo a estropear esa nuestra primera cita me contuve, y nos conformamos con un casto final sin pasar a mayores, me quedé con las ganas. Pero muy ilusionado, pensé que esa relación era lo que había estado buscando hasta ahora.
A ver, no nos engañemos, tampoco soy un santo, durante estos años he salido con otros, bastantes, más fáciles, menos problemáticos, y ha ido bien, he disfrutado, y mucho, y seguiré en estas andadas, pero tengo un espina clavada, de ese que se me resiste, él.
La verdad es que ya no sé como tratarle, leo artículos sobre el tema, revistas especializadas, los consejos de unos y de otros, que si la preparación, que si las semanas y los días previos, que si hazlo con cabeza… pero no hay manera, a mí no se me da bien, no nos entendemos, cuando todo parece que está preparado para el "SÍ", algo se tuerce irremediablemente… y es "NO".
Cada vez que regreso de una de estas infructuosas citas pienso que es la última, que no merece la pena la dedicación y los pensamientos durante tantos meses para llegar a ese día, que al final es de sufrimiento sin recompensa. A veces creo que no estoy bien, que nuestra relación me está afectando, por ejemplo cuando las semanas previas a nuestra cita me sorprendo pensando en la ropa que puedo ponerme ese día, me digo “tú no estás bien, no...". 
Puto Ironman, me volviste a dejar jodido en Barcelona, pero ya te pillaré: Voy a pasar de tanta dedicación y mimos, y te voy a coger un día en formato “aquí te pillo aquí te mato” y “si te he visto no me acuerdo”, y si sale bien, bien, y si no, también, y a tomar por culo, que lo sepas.
  
 Hoy ha sonado Kids de mgmt mientras escribíamos esta historia de desamor: