13 de diciembre de 2012

Charlatanes III y "Personal Branding"


Me gusta la gente con personalidad, la que tiene carácter, la que dice lo que piensa, incluso la que no piensa demasiado lo que dice, aquella que no está modelando continuamente su imagen proyectada, en un ejercicio de hipocresía permanente.

Me gusta la gente que arriesga, que se moja, que siente y que padece, que le importa su entorno y los suyos, y los que no son suyos. La que se equivoca, la que por decir lo que piensa sabe que puede ofender, pero que no renuncia a ello, y si es necesario, si ha molestado, pide disculpas. Me gusta la gente que ríe con naturalidad, y que no ríe si no le hace gracia. Y la que llora con la misma intensidad. La gente que se preocupa, y se ocupa.

Salvo honrosas excepciones desconfío sin equivocarme de aquel que pasa por aquí, y por allí, y por todos los lados, forjándose milimétricamente el tan de moda  “personal branding” con un objetivo planificado de venta. Prostitución 2.0

Y es una lástima, porque muchos, por no colocarse en el mercado con este envoltorio, no tienen el retorno económico que su calidad, trabajo y generosidad en el esfuerzo, debiera reportarles. Mientras tanto otros, instalados en la mediocridad de las características anteriores, disfrutan de jugosos contratos y situaciones privilegiadas gracias a esta estrategia de venta. Hace un tiempo hablaba por aquí sobre los charlatanes, en El don de la palabra y en Charlatanes II. Esto de hoy pudiera ser un "Charlatanes III".
Por ejemplo, en "CharlatanesII" comentaba de forma "premonitoria":

...Y adinerados y acomodados personajes de dudosa reputación nos indican que el camino a seguir es el del trabajo, sacrificio y esfuerzo. Y ahí que nos ponemos todos a sacrificarnos y esforzarnos, para mantener calentito a nuestro acomodado charlatán, no vaya a ser que se le enfríe la garganta y se le dañen las cuerdas vocales, y entonces no pueda seguir ejerciendo de charlatán. Un drama.

Y del personaje que me estaba acordando en aquel momento (febrero 2011) es de uno que hoy en día tiene una fianza de 30 millones de euros para poder salir de la trena. Espero que, al menos, se le enfríen un poco las cuerdas vocales en el trullo.
Y aunque el nexo de unión entre los Charlatanes (con mayúsculas) y los "Personal Branding" pueda ser a veces tan fino que no sea justo meterlos en el mismo saco, si que te tengo que decir:
No me importa si eres de izquierdas o de derechas, si te gusta la carne o el pescado, si corres o vuelas, si crees en Dios o lo maldices… Es más, me gusta, te agradezco que lo manifiestes, que te posiciones, que tomes partido. Pero si me importa, y bastante, que no seas auténtico, que seas un producto de “marketing”, que el maquillaje te esconda de manera permanente, con el objetivo de venderme algo que no eres, o algo que no es… Y ya me jode más si encima te lo he comprado (más difícil esto último, pero a veces ocurre).
Por eso, si vas a hacer “personal branding”, hazlo de manera honrada, vende lo que eres, y vende aquello en lo que crees, aunque estés equivocado en lo que crees.  Demuéstrame que no eres un "show me the money" más.

Y es que estoy un poco hasta lo mismísimos de vendedores de crece pelos, de gurús de las redes, y de personajes de valía sin igual. De ejemplos ejemplarizantes, de líderes de líderes. Mentirosos con estrategia. Maldito dinero. Hasta los mismísimos de los que se apuntan, con voracidad, a cursillos de liderazgo, y también de los que los dan, de los charlatanes interesados, de los iluminados de tribuna, de los listillos de escaño, sin oficio y mucho beneficio. De los "personal branding" maquillados.
En definitiva, que estoy cansado de tanto charlatán interesado.
Y por eso, gracias, mil gracias, a todos los que sois lo que sois, sin más, y sin menos.

Atentamente, un charlatán (desinteresado)

PD: Aunque el tema que mejor acompaña a la entrada sería el ya apuntado en su momento "Como el viento de poniente" de Marea, haremos un contrapunto con el que realmente ha sonado mientras escribía esta entrada. La letra no acompaña, más allá del “I will set my ship in order…” para escapar de esta gran mentira generalizada. El tema, sin saber de quién es original, lo he escuchado de mis queridos Carpercaillie, aunque el vídeo de Youtube no sea tampoco de ellos.