Dicen que los sueños no se explican, solo se persiguen… Y se alcanzan.
Aún estoy en la nube que supone ser Finisher por primera vez en un Ironman. En uno de los triatlones que dicen más emblemáticos de los que se celebran en este nuestro Globo. Es increíble. Roth es impresionante. Las sensaciones que acumulas durante los 226 kms de la prueba se desbordan en la moqueta de la línea de meta… algunos gritan, otros lloramos y otros simplemente respiran, respiran por haber terminado.
Es el sueño de perseguir una meta con determinación, de saber que eres capaz… de conseguirlo con un crono que no imaginabas…
Roth 2007. Mi crónica.
Nueve meses pensando en esta carrera. 300 km de natación, 7000 km de bici, 1500 km de carrera a pie… más de 470 horas de entrenamiento… 12 horas a la semana… con sacrificios, con días buenos y malos, con la paciencia de Sara, con las horas robadas a Eneko... ¿Qué nos empuja a perseguir el sueño de ser Finishers?
Parecía que no iba a llegar nunca el día y allí estábamos entre 3000 bicicletas cubiertas de plásticos amarillos, rodeadas de 3000 almas con su sueño particular…
Los nervios llevan varios días en el estómago, parece que el reto nos queda grande. 06:00 de la mañana. Marcaje de brazos y piernas. La sangre se hiela. Alguien ha confundido la bolsa con la ropa de la bici y se lleva la mía por error… Los minutos pasan y no aparece. Quedan menos de 30 para que den mi salida. Todo un año tirado por la borda… nervios, que nervios… …Salvados por la campana, el despistado se ha debido dar cuenta y la ha colocado en mi box.
07:10 salida en el canal. A nadar. Dicen que un Ironman hay que hacerlo con las tres “Cs” (natación con Calma, bici con Cabeza y maratón con Cojones)… Le aplico una doble “C” a la natación: Calma-Calma. Nado relajado, muy relajado, disfrutando del canal, disfrutando de la natación como pocas veces lo he hecho, incluso pasando gorros verdes de la salida anterior, increíble, una boya pasando a otras boyas, en los puentes se puede ver como están llenos de gente siguiendo la prueba… Salgo del agua 1:08:45. Ni tan mal, mi tiempo “razonable” en piscina con neopreno puede estar entre 1:03:00 (nadando muy “rápido”) y 1:08:00 (nadando a ritmo tranquilo), así que el tiempo está bien para mi, lo fundamental es que salgo del agua disfrutando y muy fresco. Llega la bici, mi bici. En mente hacer una media de 33 km/h. Pero enseguida me doy cuenta que el circuito es rápido (aunque hay unos 1500 m de desnivel) y veo que es difícil no hacer al menos 35 km/h. Me pongo el “limitador” de velocidad media en ese punto: 35. De hecho en el velocímetro selecciono la v. media como pantalla y no miro ni kms ni velocidad, únicamente la media. Digamos que “contengo” para no pasarme, 42 kms corriendo a pata después dan mucho respeto. El recorrido es muy animado, en los pueblos la gente saca las mesas al borde de la calzada y con sus cervezas en mano gritan a todos, en algunos puntos hay música y megafonía. En el Solar el gentío es impresionante. Desde lejos ves la subida de unos 500 metros y miles de personas cerrando la carretera en menos de 1 metro para que pasemos en fila, este primer paso por el Solar no se puede describir, hay que estar allí. La expresión de que se te pone la piel de gallina viene de ahí. De la subida al Solar. Aún así los 180 km de bici se hacen largos. Eso sí, no dejas de pasar corredores, también te pasan, y nunca estás sólo en el recorrido. Este segmento se lleva 5:08:30. Me bajo a correr en algo menos de 6 horas y media de carrera. Los cálculos son fáciles: Si hago 3:30 en la maratón bajo de 10 horas. Si hubiera tenido que apostar antes de la carrera lo habría hecho sin duda a que no bajaba de 10 horas, y me habría apostado algo a que podía bajar de 11 h. Empieza el segmento clave. Aplico de nuevo la “C” de Calma. La última “C” ya la sacaremos si hace falta. Ritmo tranquilo, podría correr más rápido pero me pongo con la calculadora de a 5 m el km, aún así es difícil no correr por debajo de cinco (en la bici con el velocímetro era más fácil “limitarse”), van pasando los minutos y voy ganando margen a esas 3:30 de objetivo… Veo pasar a Iván y Alfonsito, van muy adelante como tiros. Que máquinas. Sobre el km 16 cojo a Nacho, nos animamos y sigo a mi ritmo, un poco más tarde a Juanvir que me dice que el Ironman lo acaba por su sus santos “C”, éste ya estaba en el recurso de la última “C” (con cojones). Sigo, sigo… Hasta el km 26. Primer problema, una zancada un poco más larga que la anterior hace saltar todas las alarmas: Los músculos se encojen y se “enganchan”… Se me pasa por la cabeza que quizás no pueda acabar, que todo estaba saliendo demasiado bien, que a ver si después de todo el año entrenando no puedo acabar… pensamientos negativos. Hay que se más positivo. Me obligo a dar zancaditas de Gnomo hasta que en unos 150 metros parece que los músculos vuelven a su sitio. Ya me doy por aludido, no estoy para excesos, así que corro con sumo cuidado conservando las piernas que me quedan. Aún así el ritmo no es malo. Tenía acumulados unos 8 minutos de ventaja sobre las 3:30 objetivo. Voy con la calculadora en cada km. Sobre el 30 paso a Matete, esta chica es una máquina, que fortaleza, ánimo y seguimos. En el 36 se repite el episodio del 26, de nuevo mismo proceder: Me convierto en un Gnomo y en otros 150 metros vuelvo a zancada de humano. Aquí ya hemos bajado el ritmo y nos vamos comiendo parte de los 8 minutos de colchón. Ya se oye la megafonía, ya estoy en la moqueta azul. Los últimos metros tampoco se pueden contar. Hay que vivirlos. Una vez cruzada la meta no puedo evitar que se me escapen unas lágrimas, lo había conseguido. Tenía ese sueño en el bolsillo.
Jaime e Iván están en meta. Después de un año de lesiones han hecho un tiempo increíble. Son unas máquinas, verdaderas máquinas. Al poco llega Nachete y Kalenji… un poco más tarde Juanvir. Todos están contentísimos. Alfonsito es la única baja, el cuerpo en el 30 dijo que no, que era mejor una cerveza ;-) que los 12 km que quedaban era mejor hacerlos con la mente en la tierra (Alfonsito ya sabía lo que era acabar este Ironman por lo que el penar es menor).
Los números más fríos son los siguientes:
Tiempo: 09:52:38
Puesto: 174 de 2020 finishers (Masculino)
Puesto categoría: 45 de 498 finishers en categoría M35
Puesto españoles en Roth: 15 de unos 110 finishers
Natación (3,8 km): 1:08:45 Puesto 748 de 2020 finishers (M)
Ciclismo (180 km): 5:08:30 Puesto 233 de 2020 finishers (M)
Carrera (42 km): 3:26:27 Puesto 137 de 2020 finishers (M)
Clasificaciones en formato Excel:
http://tricangrejo.webcindario.com/Clasificaciones_Masculino_Roth_07.xls
La crónica difiere un poco de la realizada por “anticipado” hace 9 meses:
http://edecast.blogspot.com/2006/08/cronica-roth-2007.html
Aunque en algunas cosas he acertado, como la retirada de Alfonsito. Sorry compañero, lo siento.
Ahora ya estamos pensando en el siguiente. Incluso con el sueño de Hawai… Optimista e incosciente que es uno.
Se me olvidaba decir que estos 4 días nos lo hemos pasado en grande. Algunas fotillos en:
http://www.flickr.com/photos/ecosport1/sets/72157600496583984/
4 comentarios:
Zorionak!
Me alegro mucho por ti, por conseguir tu sueño. Ahora, ya sabes, deja que Sara y Eneko también disfruten de ti.
Un beso.
Zorionak!!
Está muy pero que muy bien.
Un abrazo enorme!!
enhorabuena!! me ha gustado mucho tu crónica, espero leer la de más ironmanes. Dime si me dejas agregarte a la lista de blogs del mio, un saludito!!
¿Qué hace qué tengamos un sueño? ¿insatisfacción con nosotros mismos? ¿dar algún sentido a la vida? ¿medirnos para saber hasta dónde somos capaces de llegar? ¡Qué bonita historia! ¡qué envidia! Me gustaría tener el arrojo de embarcarme en una empresa así. Pero noto que me falta algo, que hay pasos que me cuesta dar. Siempre pienso en que ya llegará el día que toque dar esos pasos. Pero los días, los meses, los años pasan y mis sueños siguen estando ahí, dormidos en mi conciencia y minandome despacito.
Enhorabuena, muchas felicidades y suerte en Austria 2008.
Publicar un comentario