Columna completa:
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No siempre coincido con Reverte aunque ciertamente en muchas ocasiones sí, a pesar de que en algunas se le va un “poco” la mano. En cualquier caso es difícil moverse en su “estilo” de "Patente de corso" sin herir de vez en cuando algunas sensibilidades. En otras ocasiones lo clava.
Aquí, en relación a la columna de Reverte de “Esa Gentuza", aunque yo soy de los que aún cree en la política, en que es necesaria, etc, también me produce tristeza e indignación como se maneja esta clase política, y en este sentido lo ha “clavado” Reverte en cuanto a como a veces lo vemos algunos desde "lejos". Sólo una diferencia, yo creo que si que hay muchos honrados y trabajadores. Lo que ocurre es que están tapados entre tanta mierda…
Aquí, en relación a la columna de Reverte de “Esa Gentuza", aunque yo soy de los que aún cree en la política, en que es necesaria, etc, también me produce tristeza e indignación como se maneja esta clase política, y en este sentido lo ha “clavado” Reverte en cuanto a como a veces lo vemos algunos desde "lejos". Sólo una diferencia, yo creo que si que hay muchos honrados y trabajadores. Lo que ocurre es que están tapados entre tanta mierda…
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Paso a menudo por la carrera de San Jerónimo, caminando por la acera opuesta a las Cortes, y a veces coincido con la salida de los diputados del Congreso. Hay coches oficiales con sus conductores y escoltas, periodistas dando los últimos canutazos junto a la verja, y un tropel de individuos de ambos sexos, encorbatados ellos y peripuestas ellas, saliendo del recinto con los aires que pueden ustedes imaginar. No identifico a casi ninguno, y apenas veo los telediarios; pero al pájaro se le conoce por la cagada. Van pavoneándose graves, importantes, seguros de su papel en los destinos de España, camino del coche o del restaurante donde seguirán trazando líneas maestras de la política nacional y periférica. No pocos salen arrogantes y sobrados como estrellas de la tele, con trajes a medida, zapatos caros y maneras afectadas de nuevos ricos. Oportunistas advenedizos que cada mañana se miran al espejo para comprobar que están despiertos y celebrar su buena suerte. Diputados, nada menos. Sin tener, algunos, el bachillerato. Ni haber trabajado en su vida. Desconociendo lo que es madrugar para fichar a las nueve de la mañana, o buscar curro fuera de la protección del partido político al que se afiliaron sabiamente desde jovencitos. Sin miedo a la cola del paro. Sin escrúpulos y sin vergüenza. Y en cada ocasión, cuando me cruzo con ese desfile insultante, con ese espectáculo de prepotencia absurda, experimento un intenso desagrado; un malestar íntimo, hecho de indignación y desprecio. No es un acto reflexivo, como digo. Sólo visceral. Desprovisto de razón. Un estallido de cólera interior. Las ganas de acercarme a cualquiera de ellos y ciscarme en su puta madre. Sé que esto es excesivo. Que siempre hay justos en Sodoma. Gente honrada. Políticos decentes cuya existencia es necesaria. No digo que no. Pero hablo hoy de sentimientos, no de razones. De impulsos. Yo no elijo cómo me siento. Cómo me salta el automático. Algo debe de ocurrir, sin embargo, cuando a un ciudadano de 57 años y en uso correcto de sus facultades mentales, con la vida resuelta, cultura adecuada, inteligencia media y conocimiento amplio y razonable del mundo, se le sube la pólvora al campanario mientras asiste al desfile de los diputados españoles saliendo de las Cortes. Cuando la náusea y la cólera son tan intensas. Eso me preocupa, por supuesto. Sigo caminando carrera de San Jerónimo abajo, y me pregunto qué está pasando. Hasta qué punto los años, la vida que llevé en otro tiempo, los libros que he leído, el panorama actual, me hacen ver las cosas de modo tan siniestro. Tan agresivo y pesimista. Por qué creo ver sólo gentuza cuando los miro, pese a saber que entre ellos hay gente perfectamente honorable. Por qué, de admirar y respetar a quienes ocuparon esos mismos escaños hace veinte o treinta años, he pasado a despreciar de este modo a sus mediocres reyezuelos sucesores. Por qué unas cuantas docenas de analfabetos irresponsables y pagados de sí mismos, sin distinción de partido ni ideología, pueden amargarme en un instante, de este modo, la tarde, el día, el país y la vida.
8 comentarios:
Lo peor es que creo que tenemos lo que nos merecemos. En fin, que yo venía por el anuncio ese de lo de Roth. A ver que cuentas.
sácate un escaño y retírate después con la pensión que te queda vitalicia, repite legislatura y ya es la caña...
me gustaría conocer su productividad, yo hago tantas horas, saco tanto trabajo adelante, cobro tanto, ellos??
trabajan por el país o por hacer oposición sin construir?
como diría F.F.Gómez: a la mierda... y eso que como dice Reverte habrá gente honorable.
Soy como Enrique en su última frase creo que hay políticos honrados y trabajadores, aunque también hay mucha mierda, demasiada ¡¡esto es lo que hay que erradicar!! espero que todos ellos pronto estén en el lugar que les corresponde en la p. calle sean del color que sean y estén donde estén -Congreso, autonomías, ayuntamientos-
Y doy fe (los conozco muy de cerca)que hay políticos honrados y trabajadores aunque no están en el Congreso .... pero si algún día llegasen allí estoy segura de que seguirían igual
Ah!! ¡¡¡FELIZ VERANO!!! que yo me voy este viernes.
Besicos
El caso es que la crítica a nuestra "clase" politica cada vez es mas unanime y eso es desgraciadamente malo, sobretodo para nosotros.
Ya hemos comentado algo al respecto, pero sólo quiero añadir que el asunto de las pensiones, el de conservar el puesto anterior -¡Y EL SUELDO! y los varios etcéteras que todos sabemos, no es más que una provocación, una tomadura de pelo acojonante. Y si les importara lo que pensamos, anularían ipso facto los privilegios y quedarían como Dios. Pero no, prefieren conservarlos y reírse de nosotros.
Un amigo mío trabajaba un güebo. Era concejal de un ayuntamiento de por aquí. Un día me dijo: Ramón, no conozco a mis hijos, llego a casa a las 22h.... He decidido ir en la lista al Congreso. Pero entonces verás menos a tus hijos, ¿o te irás a vivir a Madrid? -contesté-. ¡Qué dices! ¡Me iré a Madrid, "en business" -y con mi mujer-, los miércoles; tendremos noche romántica en el Villamagna, y volveremos a casa el jueves por la tarde, con 500 euritos de dietas en el bolsillo! Moraleja: Se cansó de trabajar, y ahora es diputado por Alicante. ¡Lo juro!
Milité. Tuve un carguito en las juventudes del partido. Un futuro. Vi mierda. Mucha mierda. Me di de baja y hasta hoy. Y por muchos años...
Mildolores: Esa frase la utilizo yo mucho, y para más cosas, la Televisión, etc, etc. De Suiza (no Roth) poco que contar, un "desastre" ;-)
Davidiego: A la mierda! lo malo es que alguien tiene que hacer ese trabajo necesario (la política)
Akela: A ver si los honrados ganan más posiciones y representatividad
Barbie: Pues sí, pero la crítica tiene que servir para que se hagan las cosas mejor... espero que en algún momento.
Ramón: Así es. Una vez dentro todo cambia, y los privilegios a ver quien es el guapo que los quita (como el sistema de reparto de votos entre los "grandes" etc, etc)
Ramón2: Con tantos datos es fácil localizar al diputado por Alicante ;-) Asombra que sea real (y vaya "contactos" que tienes, siempre está bien mantenerlos por si hay que recurrir algún día a ellos)
Dani: La putada es que muchos así se "queman" y entonces permanecen bastantes de los que entran en la "rueda". Hubiese estado bien que continuaras para "protestar" por la mierda... Lo malo es que quema mucho, mucho ;-)
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