Uno lleva ya unos años en este fascinante mundo del Laboris World. Casi 20 años contando los largos periodos de becario. Y al igual que en la vida en general, en el trabajo he aprendido muchas cosas. Algunas también buenas.
Yo también fui un becario de los que laboraban de 9 a 21, parando 15 minutos para comer un sándwich de la máquina, cuando paraba. Trabajador incansable y responsable, que cuando se iba a casa aún seguía dando vueltas a ese problema que no se había resuelto, mientras freía unas solitarias croquetas congeladas del supermercado barato de la esquina, en un mini estudio de 20 metros cuadrados por el que pagaba de alquiler el 80% de la beca…
Muchas anécdotas a lo largo de estos años. Otras fueron más allá de “anécdotas”, y se tradujeron en experiencias mas marcadas que las guardo en mi zurrón personal, en el que no es “blogeable”.
Anécdotas como la de aquel Director, bastante impresentable, todo hay que decirlo, de una empresa de servicios, donde nos mal pagaban, y “exprimían”, que me llama un día al despacho (no se puede textualizar la arrogancia, así que nos la imaginaremos, sentado detrás de su gran mesa, en su gran despacho, con su gran voz profunda) y me dice que mi “indumentaria” había que mejorarla, que tenía que llevar corbata, aunque no fuera italiana… a lo que le dije, “nos ha jodido, con lo que me pagas como para que además sea italiana”. Y eso que yo ya hacía el “gran” esfuerzo de ir con mi pantalón de pinzas y mi camisa recién planchada (planchada por mi mami, claro). Aguanté unos meses mas y decidí que aquel no era mi mundo, y me fui a Barcelona a hacer otro master del Universo. El 2º: De Master en Master, y tiro porque me toca. Ansias de aprender que tenía uno.
“Anécdotas” como la situación de llegar a las 7 de la tarde y que nadie quiera ser el primero en levantarse de la silla. Unos por hacer más méritos que el de al lado, y el de al lado simplemente porque no piensen del él que no se identifica con lo “valores” de la empresa… Los valores de la empresa… Hubo un tiempo en que también creía que las empresas tenían corazón, sentimientos, e incluso valores...
Durante estos años he vivido muchas cosas, y me he dado cuenta de que no es que no me guste trabajar, que dicho sea de paso hipócritas somos si decimos que SI, con mayúsculas, que nos encanta. Lo que no me gusta son los Zoos que generalmente son las empresas. La fauna es rica y variada. Ni el Zoo de Nueva York supera al Laboris Zoo.
En muchos casos somos capaces de sacrificar nuestras vidas, o gran parte de ella, por tener un despacho, por ser jefe, o por ser mas jefe, somos capaces de ser mas falsos que Judas, de hacer la zancadilla al que nos cree su mejor compañero, de vender nuestra alma al diablo… o al que tiene el poder para ponernos el despacho más grande…
En otros casos somos capaces de ser auténticos parásitos que nos valemos del trabajo de otros, que dormitamos como amebas en las organizaciones preguntándonos como seguimos pasando tan desapercibidos sin que nadie se percate de nuestro “amebismo”.
A veces siento pena de ver como compañeros con familia se pasan (o nos pasamos) el día en el trabajo, y no llegamos ni a ver despiertos a nuestro hijos o compañer@s, y así día tras día.
Pena y preocupación de ver como pensamos que nos realizamos en el trabajo, como pensamos que somos más y mejores si tenemos el despacho de la esquina, si tenemos un Audi A6, un chalet de 3 plantas, o una cazadora de marca, etc… Creo que a veces sacrificamos mucho en este absurdo juego, y no nos damos cuenta de cuanto perdemos cuando creemos ganar, y de que en la mayoría de los casos no hay más responsable de nuestras propias miserias y triunfos que nosotros mismos.
Yo soy de los que también piensan que al trabajo hay que venir "cagado, meado y realizado". Y a ser posible sin frustraciones.
Somos animales curiosos, con un ego superdesarrollado, de una competencia brutal, nos gusta mear en las esquinas que marcan nuestro territorio, nos gusta sacar las plumas cual pavos reales, para que los otros pavos vean que somos mas listos, mas guapos o mas ricos… Entiéndase por plumas cualquier símbolo que represente ese estatus: Una casa más grande, un coche más exclusivo, la cazadora de marca…
Y las empresas alimentan que los pavos saquemos las plumas a pasear… nos dan el despacho de la esquina, nos ponen el móvil super3Gmegaplus, nos dan a elegir entre un Jaguar o un BMW serie 3, si somos Directores de departamento (verídico, y además la susodicha nueva directoria comentando con una amiga por tlf que no sabía cual elegir… que si el Jaguar, que era una “pasada”, o el BMW… Mientras sus colaboradores escuchaban la conversación perplejos…)
Y a veces las plumas nos cuestan muy caras.
Como leía hoy en el Twitter el ego es el causante de la inmensa mayoría de los problemas de las empresas.
Anécdotas positivas también. Que aunque parezca que soy muy negativo no lo soy tanto realmente, pero es que este post era de "Laboris Zoo".
Lo mismo que no se me olvidará la profesora de Física que me aprobó con un examen lamentable para que no llevara un suspenso a casa (ya lo conté en otro post) recordaré detalles de este Laboris World, como la del jefe que el primer día de trabajo me dijo (pasados 10 minutos de la hora de salida) “Oye, compañero, que aquí no hace falta que te quedes más allá de tu hora, a no ser que tengas algo muy urgente, que no será el caso, porque es tu primer día”
A veces me pregunto que perdemos cuando ganamos, y que ganamos cuando perdemos. Y a veces quién nos ha engañado con lo que es perder y ganar.
Todo lo anterior no quita para que uno lleve en los genes la necesidad de intentar hacer bien su trabajo, incluso en la medida de lo posible disfrutar y aprender de él. Y en todos los sitios hay personas que merecen la pena, en todos los sentidos. Lo que ocurre es que a veces el Laboris World fagocita a estas personas y las convierte en otro animal mas del Laboris Zoo, el que él quiera adoptar, o el que le obliguen a adoptar, desde la ameba que comentaba antes al buitre carroñero, pasando por el León de la Selva (hasta 300 cópulas en un día) ;-)
Mi Zoo actual, como todos, tiene su microclima. Tengo que decir que es uno de los mejores Zoos que he encontrado, y no porque sea el de ahora, simplemente no llevaría 6 años en él, record de duración en el mismo Zoo, aunque a veces tengo la necesidad de querer escaparme al mundo salvaje, cómo la cebra Martín en Madagascar (la peli de niños que he visto 200 veces)…
Y tú?. Qué animal eres en el Laboris Zoo? (yo me pido la hormiga, que recoge en verano para no pasar hambre en invierno).
9 comentarios:
Por fin hombre, ya era hora que te lo curraras y escribieras algo digno de ti... muy bien.
Y que animal soy???. Pues mira no lo se. Por lo general intento hacer bien mi trabajo, aunque se que no lo hago lo mejor que pudiera. Pero sobretodo, lo que más intento hacer es no perjudicar nunca a nadie y ser justo en las decisiones que a veces debo tomar respecto a otros. Además, se que no soy el mejor pero tambien se que no soy el peor y te aseguro que en mi puesto, el nivel es bastante alto y no sabría decirte quién es el peor y quién el mejor. Por otro lado he visto y trabajado con gente que eran y son muy buenos, tanto que lo son por encima de lo normal y sabes, aunque han llegado muy alto, tienen cochazos de empresa y sus sueldos superan las cinco cifras no tengo claro que el trabajo les haga felices.
Que qué animal soy???, depende, a veces cuco, a veces hormiga, a veces lince, a veces leon y otras zorro e incluso asno.
1) plas, plas, plas..
2) tú tambiém pones zancadillas, Enek...
3)a veces me gustaría ser una orca, con todo el océano por delante, temido depredador, otras un pequeño mamífero roedor que sepa buscarse la comida y hacerse invisible cuando toque, y colarme en casas y también defenderme en los bosques.
Edecast, estoy deseando copiar, robarte, hacer mia esta entrada, es magnífica. Mi más sincera enhorabuena.
No sé, ayer tuve un muy mal dia y no sé que animal me siento en emi Laboris Zoo. Hoy no es el mejor momento para elegir, quizá por eso me ha gustado tanto tu entrada, por lo oportuno.
buenisima entrada , chulo.
yo en el curro aplico dos maximas.
la primera: " tu llamamé tonto pero dame pan" y la segunda " tu di lo que quieras que yo hare lo que me de la gana".
trabajar es malo, es tan malo que es por lo unico por lo que nos pagan. dicho esto, si tengo que elegir una animal elijo el zorro.
Muy bueno el texto. Yo no conozco la empresa privada. Tengo una amiga ejecutiva que vive en Madrid metida en esa vorágine que describes tan bien. En los últimos años ha ido subiendo de nivel y a veces me asombra, a veces envidio lo que le llena el trabajo. No sé, yo en un mundo de ésos era presa fácil, un impala o algo así. Buen alimento para el depredador.
Yo me equivoqué de medio a medio al elegir Derecho, tenía que haber estudiado algo más relacionado con mi sensibilidad con vistas a la enseñanza pero bueno, me da que ya no hay vuelta de hoja.Trabajo como Secretario de Ayuntamiento y siempre, siempre estoy agobiado. Siempre digo que tengo que prepararme algo más tranquilo, con menos responsabilidad pero no tengo ni tiempo ni energía.
Lo dicho, muy buen post. Saludos
Los downshifters norteamericanos se dieron cuenta de aquella locura, volvieron sus raices: un coche que te lleve, un telefono que suene y sobre todo tiempo para disfrutarlo sin pensar que mas dinero (o status) es mejor.
Nachete: Usease, que hasta ahora "indigno" ?? ;-) Coincido con lo que comentas, con el apunte menor en lo que dices que has visto "gente que eran y son muy buenos, y que han llegado muy alto". Seguro que conoces también el caso de mediocres en las alturas, y hay muchos. Esto suelen ser los que originan muchos "problemas" en las organizaciones. Yo admiro a la gente buena, de verdad, con total sinceridad, pero me suelen "repatear" los mediocres. Y más cuando su mediocridad me salpica de una u otra manera (sin son mis jefes, etc)
Davidiego: Je, je. Al final vais hacer que me arrepienta de la zancadilla a Eneko, y yo que lo hacía por enseñarle lo que se va a encontrar en la vida ;-))
Me gusta lo de la Orca y el ratón.
Mildolores: En esos días malos yo me pido el elefante. Ahí, asentado fuertemente en sus pilares, sin dejar que nadie le tambalee ni un ápice sus principios. Y con mucha memoria para recordar. Memoria de elefante.
Seguro que mañana será otro día.
Chulo: Malo del todo no es. Tiene su “cosa” (en algunos casos más “cosa” que en otras). A mí lo que menos me gusta es lo que “envuelve” al trabajo (inherente a la condición humana). Algo parecido al fútbol. El fútbol me gusta (mas o menos, tampoco me apasiona, vamos, como el trabajo) pero lo que envuelve al fútbol….
Atalanta: Trabajar en el ámbito público tiene muchas cosas buenas (yo lo hago). Una es que al menos trabajas para la Sociedad, sin el objetivo principal de llenar los bolsillos a caudales de los accionistas… aunque esto que comento es simplificar demasiado las cosas. Y en la realidad tiene bastantes mas derivadas.
Barón: Si, eso es llevarlo un poco al extremo. Yo me conformaría con un modelo de empresas diferente, y con una naturaleza humana también un poco diferente.
Me ha gustado la entrada mucho, pero ahora mismo con las sensaciones que tengo no se que animal soy, espero que en unos días lo tenga más claro.
Que buen post, vasco.
Me he sentido identificada en muchas cosas contigo mientras te leía.
Creo que yo soy más cigarra que hormiga (pero la cigarrita del cuento moderno, ehhhh? :DDD).
Cada vez tiendo a tener más tiempo libre, me hace sentirme a gusto y por tanto rendir mejor.
Pensando así nunca me haré rica en euros, pero sí en tiempo para lo que quiera y es que soy de las que prefiero calidad de tiempo a cantidad de dinero.
Publicar un comentario