A veces es mejor decir adiós a una relación que no funciona. Ha sido breve, no ha llegado a un año y medio, y aunque hemos vivido momentos inolvidables ha sido mejor poner punto y final. No sin tristeza la he dejado en manos de otro que a buen seguro cuidará de ella como yo lo hice durante este tiempo. Y ella cuidará de él. No la voy a reprochar ahora que después de un año me enterase que no era una talla 56, sé que ella no lo escondía conscientemente. Está perdonada, por supuesto. Lo vivido en Roth queda entre nosotros. Bye amor. Suerte, y que el tiempo te depare muchos más kms de negro asfalto por Valencia. Agur. Ahora hay que buscar reemplazo para este hueco que ha dejado en mi corazón ;-)
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