Dicen que la relación que establecemos los apasionados del ciclismo con nuestras bicis es de lo más "personal". Llegamos a desearlas, quererlas, mimarlas... y pocas veces las odiamos o las rechazamos, aunque tengan heridas de mil y una batallas, y sus racores indiquen que los años han dejado ya desfasada a nuestra compañera, y ya no provoca miradas de envida de nuestros compañeros de grupeta... que al final es lo que más nos gusta.
Los amores son de todo tipo: Amor a primera vista, cariño tranquilo después de muchos años de compañía, pasión desenfrenada... también hay muchas historias de amores a "más de una banda", y muchos somos los que tenemos una para diario y otra para las "grandes ocasiones"...
No tenemos rubias ni morenas, pero tenemos los que prefieren las de aluminio frente a los que se decantan sin ninguna duda por las de carbono. Otro pocos "raritos" prefieren las de titanio... en fin.
Nosotros y nuestras bicis... Muchas veces cuando me voy a la cama y veo al fondo del pasillo a mi bici esperando su próxima salida la dedico unos segundos de contemplación y pienso... joer, si que eres bonita, condenada, mañana quedamos y nos damos un revolcón.
Hay tenéis a mi última conquista... aunque en la foto me ha puesto los cuernos con un amigo... se merecía un buen "estreno" en triatlón, y el "flacucho" de Platero creo que la ha dejado "contenta" con su 8ª puesto en Zarautz. Yo no la podré llevar tan alto pero la querré, seguro, mucho más.
1 comentario:
cuantas verdades hay en este texto, yo me acabo de compar un bici nueva pero como es de paseo, podre seguir disfrutando de la de carreras, pero el dia que muera mi bici lloare por ella, por todos esos ratos buenos que me ha hecho pasar.
un saludo.
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